La Búsqueda del Café Cubano - parte 1

Recientemente fuimos de vacaciones en un crucero desde Port Miami y, siendo quienes somos, simplemente tuvimos que probar algo de la cultura del café allí. Dado que hay una gran población cubanoamericana en Miami, tenía sentido para nosotros explorar la Pequeña Habana en busca de nuestra primera muestra del café cubano.

Lo primero que notamos al recorrer la Calle Ocho, la calle principal de La Pequeña Habana, fue que casi todos los restaurantes y cafeterías ofrecían “el mejor café cubano”. Preguntamos por ahí, pero cada persona con la que hablamos nos dio una respuesta diferente sobre cuál café era mejor. Con tantas opiniones como opciones empezamos a preocuparnos de que tendríamos que tomar más café del prudente a las 4 de la tarde para poder probar el verdadero sabor del café cubano.

Como no estábamos seguros de adónde ir decidimos caminar por la Calle Ocho y dejar que nuestras narices hicieran un poco de trabajo detectivesco. Sin embargo, Sarah no tardó mucho en reconocer el tentador olor del café tostado. Eso fue suficiente para nosotros, queríamos ir donde el café estuviera más fresco. Nos costó un poco de esfuerzo, pero pronto encontramos La Colada Gourmet, La Casa del Café Cubano. Está ubicado en el corazón de la Pequeña Habana, no lejos de Ball and Chain, un popular bar y restaurante conocido por su música en vivo. Tan pronto como entras, sabes que te espera un placer: un asador de tambor rojo brillante se encuentra justo en medio de los asientos del café.

El caballero que tostó el café fue muy educado y conocedor. Mostró con orgullo su tostadora (que estuvo en funcionamiento todo el tiempo que estuvimos allí) y cuando le preguntamos cómo tostaba el café cubano nos dijo que lo más importante era que el café se tostara muy oscuro. Según él, el segundo ingrediente más importante para tostar un buen café cubano era utilizar robusta brasileño como parte de la receta. Esto nos sorprendió al principio, ya que el robusta no se caracteriza por su sabor, sino todo lo contrario. Sin embargo, lo que lo caracteriza es su baja acidez, su cuerpo rico y su contenido de mucha más cafeína. El resultado es un café fuerte, ahumado y con mucho cuerpo que acepta muy bien aditivos como el azúcar moreno y los lácteos. Una vez que entendimos el razonamiento detrás de la mezcla de arábica y robusta, fue lógico que probáramos algunos por nosotros mismos y por eso nos preguntamos qué deberíamos probar. Al final resultó que, la respuesta nos sorprendió.

Continuará…


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